Cómo Operar Acciones

Cómo operar con acciones

El trading online con acciones es una de las formas más comunes de inversión. El mercado de la renta variable suele ser la puerta de entrada de muchos operadores cuando se inician en el trading. Esto se debe, principalmente, a que las acciones, en especial las de las empresas más conocidas, son uno de los activos que más seguimiento tienen en los medios especializados, y por lo tanto los inversores cuentan con un amplio acceso a la información necesaria para tomar decisiones basadas en datos.

La cobertura en los medios de la cotización de las acciones suele aumentar cuando su precio ha estado subiendo durante algún tiempo. Esto normalmente provoca que muchos operadores se decidan a entrar en mercados con una tendencia alcista ya consolidada. Estos operadores adoptan, como única estrategia, comprar acciones y esperar a que el precio continúe subiendo para obtener la rentabilidad esperada. Asimismo, es normal también que ciertos operadores identifiquen picos en las cotizaciones, ante los cuales decidirán vender para no ver caer los valores de sus portafolios.

Esta forma de operar es solo una de las múltiples que ofrece el trading con acciones y limitarse a ella es perder la oportunidad, por ejemplo, de conseguir beneficios incluso cuando el mercado es bajista.

Claves para operar con acciones con éxito

Los traders experimentados en los mercados de renta variable siempre tienen en cuenta estos aspectos a la hora de operar con acciones:

  1. Identificar la tendencia.
  2. Definir el plazo de la operación.
  3. Valorar el riesgo de la operación.
  4. Sacar partido del apalancamiento.
  5. Elegir el método de análisis.
    1. Identificar la tendencia. Operar en acciones sin haber identificado previamente la tendencia del precio es operar a ciegas. Las tendencias pueden ser alcistas o bajistas y pueden ser primarias o secundarias. La tendencia primaria es la tendencia principal de la acción, que normalmente puede durar años y se utiliza para sacar provecho a largo plazo. Mientras tanto, se desarrollan también tendencias secundarias, que son oscilaciones del precio sobre la primaria y que suelen durar semanas o meses. El mismo esquema se repite en plazos menores, incluso en la operativa intradía: dentro de tendencias mayores, siempre se producen variaciones menos duraderas de las que se puede obtener ventajas menores, pero más rápidas. Una máxima a recordar, siempre que se opera con valores, es que los precios de las acciones no se mueven al azar sino de acuerdo a una tendencia.
    2. Definir el plazo de la operación. No es lo mismo operar intradía o seguir una estrategia a largo plazo. Cada plazo lleva asociado diferentes instrumentos y una gestión del riesgo diferente. Por lo tanto, antes de operar con acciones, es fundamental tener claro cuál es el plazo más adecuado para el objetivo de rentabilidad que se persigue y, en base a eso, buscar las opciones más acordes a las expectativas del operador. De este modo, si se busca obtener ganancias a largo plazo, no será una buena idea comprar acciones de alta volatilidad y tendencias generales inciertas, sino otras con mayor consistencia en el tiempo. Por el contrario, las grandes variaciones en el día pueden ser muy provechosas para un trader de intradía.
    3. Valorar el riesgo de la operación. Operar en el mercado de valores es una operación con riesgo en la que es posible ganar o perder. Sin embargo, un operador experto, antes de abrir una posición, habrá evaluado de antemano estas posibilidades. Si la probabilidad de perder es muy elevada, no abrirá la posición o, en el peor de los casos, estará preparado para asumir esas pérdidas o terminar su inversión apenas los resultados empiecen a ser negativos. En este sentido, una regla de oro que aumenta enormemente las probabilidades de éxito es operar siempre a favor de la tendencia: abrir posiciones largas si la tendencia es alcista (comprar el valor) y posiciones cortas si la tendencia es bajista (vender el valor).
    1. Sacar partido del apalancamiento. El apalancamiento bien utilizado permite, sobre todo en la operativa a corto plazo, obtener una rentabilidad asociada a un capital mayor que el disponible. Esto se da a través de la multiplicación de la inversión real. Por ejemplo, al invertir 10 USD, la posición podría representar un valor de 2000 USD con un apalancamiento de 200:1 y, de esta manera, las ganancias se multiplicarían de la misma manera. Pero, dado que las pérdidas serían igualmente proporcionales, es importante limitar el apalancamiento de manera que el capital que se ponga en riesgo en la operación se limite a la pérdida asumible en cada momento. El apalancamiento bien utilizado es, por tanto, una herramienta muy útil que permite mejorar la gestión del riesgo del trading, pero que es esencial conocer a fondo antes de utilizar, puesto que implica grandes riesgos para la cartera del operador.
    2. Elegir el método de análisis. De cara al estudio del mercado de valores, hay dos posibles técnicas de obtener información para la toma de decisiones, cada una con sus pros y sus contras:
      • Análisis técnico: este tipo de estudio se basa fundamentalmente en el análisis de los gráficos asociados a las acciones, además de las funciones y los cálculos que se pueden derivar para intentar anticiparse a las tendencias futuras. Los operadores que optan por este tipo de análisis inician su estudio a través de los gráficos de evolución del precio y del volumen de negociación. Sin duda alguna, este es el análisis de referencia en trading, ya que permite identificar las tendencias de los precios e identificar los puntos de entrada y salida de las operaciones de un modo sencillo y visual. Es una herramienta indispensable en el trading a corto plazo y con CFD.
      • Análisis fundamental: al contrario que el anterior, el análisis fundamental tiene su campo de estudio en el espacio social, político y económico, intentando averiguar la evolución futura del precio basándose en los eventos que tengan lugar en este sector y en los datos financieros y económicos que se publican de las compañías cotizadas. Por ejemplo: una medida como la prohibición del fracking en Estados Unidos sería evaluada por el análisis fundamental para ver en qué medida afectaría a la cotización futura de las empresas petroleras estadounidenses. Este tipo de análisis suele ser más utilizado en las operaciones con acciones a largo plazo.
      • Análisis mixto: puesto que los dos análisis mencionados tienen sus ventajas y algunos puntos en los que resultan insuficientes, los operadores más experimentados optan por combinar ambas técnicas. De este modo, combinan una cantidad de información mucho mayor y pueden fundamentar sus decisiones de forma más completa.

Formas de operar con acciones

Como se indicaba en el punto anterior, existen numerosas formas de operar con acciones cotizadas en los mercados bursátiles. Para un operador es importante conocerlas todas, ya que así podrá escoger la que más le conviene a sus intereses.

Las formas de operar sobre acciones van desde la compra directa de títulos en las bolsas de valores hasta los más modernos productos derivados:

  • COMPRA DIRECTA: cuando se decide invertir en acciones de una empresa cotizada, como por ejemplo McDonald’s, se está comprando una participación de la propiedad de dicha empresa. Por tanto, cuantas más acciones tenga el operador, mayor será su participación en la empresa. En líneas generales, si el mercado considera que una empresa cotizada es rentable y tiene expectativas de crecimiento, habrá una mayor demanda por comprar los títulos de dicha empresa y su precio subirá, por lo que aumentará el valor de la empresa. Para operar comprando y vendiendo directamente títulos empresariales, es necesario disponer de un capital inicial significativo. Además, este tipo de operaciones suelen cerrarse en meses o incluso años. Normalmente, es necesario un período largo de tiempo para que el precio de la acción suba hasta un nivel que haga interesante su venta. Por este motivo, no es el método más adecuado para operar a corto plazo.
  • OPERAR CON CFD: los Contratos por Diferencia, también conocidos como CFD, solucionan las limitaciones financieras de la compra directa de acciones. Con los CFD se puede operar, además, con apalancamiento, lo que permite obtener una rentabilidad asociada a una inversión mayor de la que realmente se hace, aunque también representará una multiplicación de las pérdidas. Sin embargo, el mayor atractivo de los CFD es que no necesitan la compra de las acciones al contado, sino que implican una especulación sobre la variación del precio a través de un contrato. Esto permite iniciarse en este tipo de inversiones sin tener que realizar un gran desembolso para adquirirlos en propiedad. De hecho, en AvaTrade es posible hacer trading con CFD sobre acciones con tan sólo 100 USD. El trading con CFD, gracias a su flexibilidad y a los reducidos precios de entrada, se adapta perfectamente a la operativa con acciones en el corto plazo. Con CFD es posible obtener beneficios tanto si el precio de las acciones aumenta como si disminuye: tal y como muestra el siguiente gráfico, al inicio de una tendencia bajista el operador puede abrir una posición “corta”. Esto se realiza vendiendo contratos CFD. La posición se cerraría cuando el operador detectase un cambio en la tendencia. El beneficio de la operación sería proporcional a la variación del precio en su movimiento bajista.

mercado bursátil bajista

  • FUTUROS BURSÁTILES: los contratos de futuros son los productos derivados más típicos en los mercados de materias primas, especialmente en los de crudo de petróleo y también en los del oro. Sin embargo, no son tan habituales en el mercado bursátil. Eso no quiere decir que no se utilicen, sobre todo para operativas con derivados con un plazo mayor que el empleado con CFD. ¿Qué es lo que diferencia al contrato de futuros del CFD? Pues precisamente que, debido a su estructura de comisiones y los pagos iniciales, los futuros se adaptan mejor a plazos más largos y a posiciones más grandes que los CFD.
  • LOS ÍNDICES BURSÁTILES: la ventaja de los índices es que permiten apostar al precio del mercado bursátil, pero no haciéndolo solo sobre un título o valor de una empresa en particular, sino sobre los de todo un sector o país. Así, es posible abrir, por ejemplo, CFD sobre el Ibex 35 (de la bolsa de Madrid), el Nasdaq 100, el OMX30 o el FTSE 100. Por lo tanto, si haciendo un análisis fundamental un operador se entera de la prohibición del fracking, como se ejemplificó anteriormente, entonces podrá hacer una inversión apostando a la caída del valor general del sector petrolero a través del índice asociado a esa industria.

La importancia de la plataforma de trading

Es imposible poder aplicar lo explicado en el punto anterior si no se dispone de una plataforma adecuada de trading para realizar las operaciones.

De hecho, uno de los aspectos más importantes del trading con acciones es la plataforma de trading que se utilice, puesto que esta le brindará al operador las herramientas con las que analizará los mercados y ejecutará sus operaciones.

Plenamente consciente de esta importancia, AvaTrade pone a su disposición varias de las plataformas de trading más poderosas, innovadoras y robustas del mercado como, por ejemplo, Metatrader 4.

Esta plataforma le permitirá hacer uso de múltiples gráficas, funciones de gestión y otras herramientas para mejorar su experiencia general de trading y ayudarlo a obtener mayores beneficios de sus operaciones. Además, podrá ver su cartera de acciones junto con su cartera de índices, Forex y productos básicos.

Regularmente dispondrá de actualizaciones con las últimas noticias, recursos educativos y comentarios de mercado, por lo que tendrá toda la información necesaria sobre las últimas tendencias, movimientos y novedades para sus operaciones con acciones.

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