Los mercados están agitados. Han caído un 14% en lo que va del año, y los inversores están, comprensiblemente, nerviosos. Pero esta vez, el miedo no proviene de una pandemia, una guerra o un colapso del sistema — sino de la política comercial.
Aranceles: El botón de pánico hecho por el hombre
A diferencia del COVID o la crisis financiera de 2008, esta no es una crisis estructural. Se trata de aranceles — una decisión política que puede tomarse y revertirse en un instante.
● La postura de Trump sobre el comercio puede cambiar de la noche a la mañana.
● Los mercados están reaccionando al temor de una escalada, no a un colapso económico real.
● Si el discurso se suaviza, una recuperación rápida es posible.
Lo que observan los inversores inteligentes:
● Las ventas emocionales a menudo presentan las mejores oportunidades de compra.
● Adivinar el suelo es difícil — pero reconocer la sobrerreacción es clave.
● Si esto se revierte, quienes compren hoy podrían parecer genios mañana.
No es momento de entrar en pánico. Es momento de pensar. Los aranceles pueden afectar el sentimiento — pero el sentimiento puede recuperarse rápidamente. Para los inversores, este podría ser un momento al que vale la pena prestarle atención.